Laszlo
¿Quién es Laszlo?
Me llamo Javier Vicente, aunque en el sector muchos me conocen como “Laszlo”.
Soy licenciado en Publicidad y empecé mi carrera como creativo publicitario, escribiendo campañas en agencias donde aprendí el valor de una buena idea. Con el tiempo, sentí la necesidad de dar un paso más y pasar del papel al rodaje, de pensar anuncios a dirigirlos.
Esto me ha dado una visión más amplia de la profesión y me ayuda a establecer puntos de encuentro entre la visión de los creativos y la del realizador.
Desde hace casi dos décadas, me dedico a la producción y realización audiovisual, con una mirada muy ligada a lo humano. En 2017 fundé mi propia productora, Laszlo Hace, desde la que dirijo y produzco contenido publicitario, documental y branded content con un enfoque creativo y artesanal. Como realizador pertenezco a la ADDP, Asociación de Realizadores y Realizadoras de Publicidad.
Mi trayectoria ha estado siempre unida a la búsqueda de historias que emocionen, conecten y, si es posible, dejen marca en quien las ve.
¿Qué es LaszloHace?
Es una productora audiovisual de perfil creativo con base en Gipuzkoa que nació con una idea clara: hacer las cosas con una mirada propia, con alma.
Nos especializamos en brand films, spots y contenido digital para marcas.
Nos gusta mimar cada proyecto, ponerle talento y cariño. Para ello trabajamos con equipos que creen en la historia y nos ayudan a mejorarla desde los diferentes aspectos de la producción. En Laszlo Hace nos consideramos artesanos del audiovisual.
¿Cuál ha sido vuestra mejor campaña?
Buff, como se suele decir en estos casos, es difícil quedarse con una.
Pero voy a citar “Respira” para el departamento de Turismo de Donostia – San Sebastián, junto a la agencia ACC Comunicación.
Fue un trabajo realizado durante la pandemia, post confinamiento.
Por la calidad de la fotografía, por la belleza de las imágenes, por la música, por el rodaje. Tuve la oportunidad de volver a trabajar junto a Javi Aguirre, director de fotografía ganador del Goya por “Handia” con una cámara de cine y ópticas anamórficas japonesas de los años 70. Y las imágenes tienen esa textura entre el recuerdo, la nostalgia, que para mí reflejaba muy bien el anhelo de dejar atrás la pandemia.
¿Una pieza de referencia?
Una que siempre me emociona y me parece un ejemplo de publicidad honesta y poderosa es “Father and Son” de Saatchi & Saatchi para NZ Telecom.
Sin grandes artificios, con una realización sencilla y cuidada, y una canción que lo dice todo —el “Father and Son” de Cat Stevens—, consigue transmitir un mensaje universal y directo al corazón: mantener el contacto con los que queremos, porque el tiempo pasa.
Me parece un ejemplo perfecto de cómo una marca puede conectar desde lo humano, sin gritar, sin vender nada más que una emoción compartida. Ese tipo de piezas me recuerdan por qué hacemos esto.

